Un poco de asistencia puede ampliar las posibilidades de manera increíble. Cuando montas en una bicicleta eléctrica, no hay distancia demasiado larga, ni carga demasiado pesada, y no hay lugar al que no puedan llevarte tus piernas. Olvídate de los atascos del día a día, haz más ejercicio, y siéntete mejor contigo mismo sabiendo que contaminas menos el planeta. Y lo mejor de todo: pásatelo de lujo.